Una mirada colectiva sobre los desafíos de la educación en Argentina, especialmente en contextos rurales, y la necesidad de impulsar una formación que trascienda la escuela formal, con foco en la inclusión, la empleabilidad y el arraigo territorial.
Con una mirada amplia sobre el papel de la educación en la transformación social y económica, el panel “Formar para impulsar” reunió a referentes del ámbito educativo y social. La moderación estuvo a cargo de Victoria Zorraquín, integrante de Red Mujeres Rurales y fundadora de Enducere Argentina. Participaron María Figuera Bielsa de la Asociación Conciencia, Mónica Lucero de Las Chicas del Agro, Camila Alanis de RIL (Red de Innovación Local), y Mónica Moretto de Aapresid. El panel se desarrolló en el marco del Primer Congreso Internacional de Red Mujeres Rurales “Agrobionegocios: con innovación e inclusión”, realizado en Expoagro 2025.
Desafíos educativos actuales
Abriendo el diálogo, Victoria Zorraquín planteó un diagnóstico claro y urgente: “Tenemos casi un 50% de chicos que no aprenden a leer a tiempo, mucho abandono escolar, y nos cuesta que entre el campo y la ciudad haya las mismas oportunidades”. Remarcó que “en el ámbito rural muchas veces los chicos deben hacer grandes distancias para llegar a su formación” y que hoy más que nunca, “a esta formación le sumamos la palabra ‘impulsar’”.
A partir de este escenario, las panelistas coincidieron en la necesidad de pensar la educación como un proceso continuo que no termina en la escuela formal, sino que debe sostenerse a lo largo de la vida, con un enfoque contextualizado y territorial.

Proyectos de desarrollo y gobernanza local
Desde la experiencia de la Red de Innovación Local, Camila Alanis remarcó el rol estratégico de los gobiernos municipales como actores clave en el diseño de políticas educativas efectivas: “El gobierno local tiene la posibilidad de diseñar políticas públicas cercanas, ese primer cordón de la gestión que está más cerca de las personas y puede entender realmente qué necesita cada grupo poblacional”.
También alertó sobre los riesgos de pensar políticas educativas sin conexión con la realidad productiva del territorio: “¿Qué problema sería si formo personas para empleos que en mi ciudad no existen? Ahí la necesidad de diseñar políticas públicas de manera integral incluye necesariamente el vínculo con el sector privado del territorio”.

Conectividad, empleabilidad y articulación multisectorial
La conectividad fue otro eje central. Se subrayó que sin acceso a internet se dificulta no sólo la educación sino la posibilidad misma de diseñar políticas públicas relevantes.
María Figuera Bielda, desde Asociación Conciencia, compartió la experiencia de programas de terminalidad educativa y empleabilidad que acompañan a más de 2.500 estudiantes en 12 provincias, con becas y tutorías. Subrayó: “Cuando hablamos de formación que impulse, lo primero que pensamos en Conciencia es en la educación como la vía más efectiva para mejorar la calidad de vida de las personas. Aprender y educarse ayuda a tener proyectos de vida, a que las personas puedan conocerse y crecer”.
También advirtió que “la falta de infraestructura, la conectividad, la distancia o la imposibilidad de las familias de acompañarlos es lo que hace que los sueños de estas personas queden truncos”. E hizo un llamado a la acción conjunta: “Los gobiernos y las empresas tienen que ayudarnos a fomentar la educación, porque es la manera de que los jóvenes puedan quedarse en su lugar, y eso incluso impacta positivamente en los negocios, porque se forma talento local”.

Educación rural e integración urbano-rural
Desde Aapresid, Mónica Moretto compartió la experiencia del programa Aula Aapresid, que trabaja para integrar el mundo rural y urbano a través de la educación. Señaló que el trabajo territorial se realiza “con nuestros auleros: socios, productores, colegas, ingenieros, veterinarios que están preocupados y ocupados por la educación y por su ruralidad”. Explicó que muchos de ellos vivieron en carne propia la migración del campo a la ciudad, y hoy “sienten la urgencia de que el agro necesita personas jóvenes que tengan ganas de trabajar y que se animen a esto de lo nuevo”.
Mónica también destacó la necesidad de preparar a las juventudes para los nuevos desafíos del sector: “La producción agropecuaria va rompiendo paradigmas cada vez más rápido, y los jóvenes deben estar preparados para eso, incluso manejando tecnologías avanzadas”. Y agregó: “Nuestros auleros transmiten desde una necesidad pero también desde una pasión. Producen, les gusta el campo, siguen apostando, y eso lo llevan a escuelas primarias, secundarias, mostrando que hay futuro”.
En relación con el rol del Estado, analizó: “La educación en toda la Argentina es provincial, pero los ciudadanos son locales. Y a nadie le importa más que al municipio que los chicos estén bien, que la escuela funcione. Si la escuela responde, hay menos chicos en la calle, menos droga, menos abandono escolar, más posibilidades de empleo y de quedarse en la localidad”.

Inspirar para transformar
Mónica Lucero, fundadora de Las Chicas del Agro, llevó la conversación hacia la necesidad de construir modelos de referencia positivos para las jóvenes en el mundo agroindustrial. “La palabra que nos convoca hoy es impulsar, y en Las Chicas del Agro ese es justamente nuestro propósito: impulsar a las chicas”, expresó. Y explicó: “Queremos que las jóvenes puedan ver las posibilidades que existen para ellas en el mundo agroindustrial. Porque para que una pueda imaginarse en un lugar, primero tiene que verlo”.
En ese camino, desarrollan talleres en escuelas donde acercan a mujeres reales que trabajan a lo largo y ancho del país en distintas áreas del agro, con el objetivo de derribar estereotipos y mostrar nuevas posibilidades.

Redes para mover la educación continua
El panel concluyó con un mensaje esperanzador: es posible restaurar la confianza y las expectativas en las nuevas generaciones a través del acceso real y sostenido a oportunidades educativas y laborales. Victoria Zorraquín cerró con un llamado claro: “Buscamos desde la Red poner en movimiento esa educación continua que creemos que toda la población necesita”. Y afirmó: “Creo que este es el corazón de lo que nos pasa en Argentina”.